jueves, 20 de agosto de 2009

Una historia para usted

Corría el reloj después de las 21.00 horas cuando dispuse iniciar mi sesión para comunicarme en tiempo real con algunos de mis amigos.

La gente que uno se encuentra en estos lugares cumple con una serie de requisitos que permite calificarla como rara.

Se han inventado un lenguaje poco común -que no es más que una mezcla de idiomas- para comunicar por escrito todo lo que quieren decir. Pero eso no es todo, a la par de las palabras mal escritas y las tildes omitidas se ven con seria frecuencia los dibujos animados que les permiten expresar lo que sienten.

Aunque quisiera, no podría excluirme de ese grupo. Quisiera poder negarlo, pero yo también he omitido tildes, mal escrito palabras y puesto dibujitos. Digamos pues, que después de todo, yo también me incluyo en ese universo paralelo que creó la comunicación virtual en tiempo real. Lo cual no es del todo malo, considerando que hay personas a las que probablemente nunca les hablaría si no fuera porque existe este nuevo medio de comunicación.

No pareciera que fuera a ser una noche muy distinta a esas comunes y corrientes, a esas en las que el ocio se vuelve el único compañero y uno sólo se mantiene hablando por no perder la costumbre de acostarse después de las once de la noche.
Pero había algo diferente en la atmósfera de esta "sesión".
Cuando uno se conecta y empieza a ver las fotos de la gente que está conectada, inicia un proceso de selección natural, hay un rito que consiste en observar detenidamente los contactos y decidir con cuáles se pretende terminar la noche
En esa frenética búsqueda, de vez en cuando uno se topa con esas personas especiales, esas que se ponen de acuerdo con los ángeles para hacer que uno se sienta como que está de visita por el cielo y que también contratan con los demonios y que lo hacen a uno querer pecar.
Pocas veces uno se encuentra con esas personas que lo hacen pensar en poemas ajenos, en virtudes ajenas, en caricias ajenas, en historias ajenas.
Pocas veces se logra, pero cuando se logra se recuerda para siempre.