martes, 13 de enero de 2009

o (a) a (o)

El (la) día (jornada) de hoy, recibí un (una) correo (carta electrónica) en la que los y las miembras activos y activas del foro (la reunión) social de las Américas (el continente Americano) me invitaban a su asamblea (encuentro).
Lo (la) cierto (verdad) es que mientras leía el texto (las palabras) del mensaje (la comunicación) me puse a pensar en esa nueva frontera (el nuevo límite) que le pusieron a nuestro idioma (nuestra lengua) que dejó de ser una expresión del espíritu (un lenguaje del alma) para volverse una herramienta (un instrumento) vulgar de la política separatista y segregacionista, tan enraizada en nuestro tiempo.

Sé que he vivido poco más de 26 años, de los cuales he hablado por lo menos 24 y sé que a pesar de hablar en general con masculino, nunca he excluido a nadie cuando digo todos, ni he dignificado a nadie cuando digo todas.

viernes, 9 de enero de 2009

Felicidad en el 2009

Desde que el mes de diciembre llegaba a su segunda quincena, estaba esperando que las musas visitaran mi cuarto y después de platicar un rato me permitieran escribir algo para recibir el 2009.
Por cosas que uno no decide, o tal vez porque decidí pasar diciembre de fiesta, las musas dispusieron ausentarse y no pude escribir mis augurios para el año nuevo.
Debo confesarlo, me cansé de esperarlas, son unas malcriadas berrinchudas... Y como yo también soy malcriado y berrinchudo me animaré a escribir sin su ayuda, a lo mejor, así me demuestran que ya no las necesito...
Para el 2009 yo espero y deseo lo mismo que todos, Felicidad. No "felicidades" como una serie de eventos que podrían provocarnos un poco de alegría, sino "felicidad" como una realidad que se vive, experimenta y comparte, como una decisión personal que viene aparejada con una gran responsabilidad y que nos acarrea muchas consecuencias.
Esa felicidad que sólo puede ser mantenida en la medida que somos coherentes con esa natural vocación de dotar de sentido nuestros actos. Sentido que probablemente sea alcanzado en plenitud al momento de dar cuentas de nuestra vida ante Dios, pero que en el día a día se va afianzando, permitiendo que seamos personas reales, hombres y mujeres de verdad, que a medida que caminan van dejando construcciones de amor y compromiso.
La felicidad que es reflejo de reconocernos tal cual somos, con todas nuestras virtudes y todas nuestras limitaciones. Un conocimiento que no nos amarra, sino que al contrario, nos libera y nos permite fortalecer nuestras debilidades en el contexto de una comunidad, que nos apoya, nos acompaña y nos promueve.
Mi deseo finalmente es este, que en el 2009 nos abunden las buenas noticias, o no; que nos abunde el trabajo y el dinero, o no; que nos abunde la salud, o no, que se cumplan nuestros sueños, o no; pero que no nos falte la felicidad...