jueves, 10 de julio de 2008

Y así empieza todo...

Dicen que en el principio Dios creó el Cielo y la Tierra... No lo dudo, para nada, así tuvo que haber sido, no hay otra opción, pero es difícil entenderlo hasta que uno no se siente parte de la creación.

Recuerdo que hace algún tiempo le comentaba a alguien que había descubierto finalmente quién era el amor de mi vida, me dijo "eso si es importante, quién es?" y contesté "yo". Convencido que estaba diciendo la verdad más irrefutable de todas las verdades que estaba acostumbrado a decir.
Lo importante es que después de necesité 3.5 días encerrado en una casa lejos de mi casa y comiendo una comida exquisita que no era mi comida para darme cuenta de una sola verdad... Me hacía falta la verdad.
Quizá sea por orgullo o por otro pecado que no sé cómo se escribe, pero lo cierto es que mi falta de humildad me hizo creer que yo tenía la razón en todo, que no había palabra más certera que la mía y que de todo lo que se había hecho en este mundo lo mejor era lo que había hecho yo.
Yo sé que he hecho cosas buenas, pero tal vez lo malo es que se me olvidaba que también hacía cosas malas... sé que he hecho cosas grandes, lo malo es que se me olvidaba que algunas de ellas eran cagadas... he hecho cosas bellas pero también olvidaba que eran bellas para mí y con eso me bastaba.
Qué problema Dios mío... qué problema...
Lo cierto es esto... Todo está empezando... Otra vez, está empezando... Debajo de la lluvia puedo decir que es primavera... en medio de la noche puedo ver la claridad y sobre todo en el fondo del corazón veo que el amor de mi vida no soy yo, me amo, claro. Pero el amor de mi vida es Dios, y cuando eso se me olvidó, entonces dejé de amar.
Concluyo esta "entrada" aclarando que ahora si creo que en el principio Dios hizo el Cielo y la Tierra. El Cielo que es el lugar de donde nos inspira los sueños y la Tierra que es el lugar en donde se hacen realidad...